La legítima es uno de los conceptos clave en el Derecho de Sucesiones español. A menudo genera dudas entre los herederos y es una de las causas más frecuentes de conflictos familiares tras el fallecimiento de una persona. Entender qué es, a quién corresponde y cómo se calcula es fundamental para evitar problemas en el reparto de una herencia.
¿Qué es la legítima?
La legítima es la parte de la herencia que la ley reserva obligatoriamente a determinados herederos, conocidos como herederos forzosos o legitimarios. Es decir, aunque el testador otorgue testamento, no puede disponer libremente de toda su herencia, ya que una porción debe destinarse a esos herederos.
Se regula principalmente en el Código Civil español, aunque existen particularidades en los derechos forales de algunas comunidades autónomas como Cataluña, Galicia, País Vasco o Navarra.
¿Quiénes son los herederos forzosos?
Según el Código Civil, los herederos forzosos son:
- Los hijos y descendientes, respecto de sus padres y ascendientes.
- A falta de los anteriores, los padres y ascendientes, respecto de sus hijos y descendientes.
- El cónyuge viudo, aunque su derecho es distinto (no es heredero de bienes, sino de usufructo).
Estos herederos tienen derecho a una porción de la herencia que el testador no puede eliminar ni reducir arbitrariamente, salvo casos muy concretos de desheredación.
¿Qué parte de la herencia corresponde a la legítima?
La legítima varía según el caso, pero en términos generales, se estructura así:
Si hay hijos o descendientes:
- Dos tercios del total del patrimonio hereditario constituyen la porción legítima.
- De esos dos tercios:
- Un tercio se reparte por partes iguales entre los hijos (la «legítima estricta»).
- El otro tercio es de mejora, que el testador puede asignar libremente entre los descendientes, pero no fuera de ellos.
El tercio restante (el último tercio) es de libre disposición, y puede dejarse a quien se quiera, incluso fuera de la familia.
Si no hay hijos, pero sí padres o ascendientes:
- La legítima será la mitad del total de la herencia, y corresponde a los padres o ascendientes.
- Si además hay cónyuge viudo, la legítima de los ascendientes se reduce a un tercio.
Si hay cónyuge viudo:
- El cónyuge no tiene derecho a bienes concretos de la herencia, sino al usufructo de parte de la herencia:
- Usufructo del tercio de mejora si hay descendientes.
- Usufructo de la mitad si hay ascendientes.
- Usufructo de dos tercios si no hay ni descendientes ni ascendientes.
¿Se puede privar a un heredero forzoso de la legítima?
Solo en casos muy excepcionales, previstos por la ley, se puede desheredar a un legitimario. Algunas causas son:
- Maltrato de obra o injurias graves al testador.
- Haberle negado alimentos sin causa justificada.
- Haberle acusado falsamente de delito.
- Haberle impedido hacer testamento con violencia o fraude.
La desheredación debe expresarse de forma clara en el testamento, indicando la causa legal, y el heredero desheredado podrá impugnar la desheredación si considera que no es justa.
¿Qué ocurre si no se respeta la legítima?
Si el testamento no respeta los derechos de los herederos forzosos, estos pueden impugnar el testamento o reclamar su legítima mediante una acción judicial. También pueden exigir la reducción de legados o donaciones que lesionen su parte reservada por ley.
¿Cómo se calcula la legítima?
Para calcular la legítima hay que partir del valor total del caudal hereditario (activos menos deudas), incluyendo también:
- Bienes donados en vida (donaciones colacionables).
- Bienes ocultos o no inventariados.
- Valoraciones de bienes a precio de mercado, no a valor catastral.
Por eso, el asesoramiento de un abogado experto es esencial, tanto si se va a redactar testamento como si se va a aceptar una herencia.
Conclusión
La legítima es un derecho legal irrenunciable para los herederos forzosos. Si estás redactando tu testamento, es crucial respetar esta figura para que no haya impugnaciones posteriores. Y si eres heredero, conocer tu legítima te permitirá ejercer tus derechos con garantías.
En Herencias y Testamentarias, te ayudamos a:
Calcular la legítima de forma justa y legal
Redactar un testamento que respete la legítima sin renunciar a tu voluntad
Reclamar tu legítima si ha sido vulnerada